miércoles, 17 de septiembre de 2008

Doña Virginia, huitota del caserío de Pucahurquillo.
Los huitotos habían llegado a animar la fiesta como invitados menores pues los convidados principales eran los ocainas a quienes se les devolvía la invitación.

El sistema de reciprocidad e intercambio acompaña todas las prácticas indígenas.

Aquí el mitayo (producto de caza) que trajeron los ocainas para corresponder a la cahuana, el casave, la coca y el ambil que les ofrecerán los boras a lo largo de toda la fiesta.


Hay unos gusanos gordos y bien grasosos llamados en Colombia "mojojoy" y aquí "suris" que se alimentan de la chonta de la palma cuando cae.

Asado, frito o vivo es delicioso!!!!

Durante la entrada de los ocainas a la fiesta recorren en tren el interior de la maloca cantando y riendo. De su pecho cuelgan los víveres que han traído.


Don José Panduro mientras cierne la coca.

El tambor manguaré.

A través de su interpretación se comunican con los suyos. Cada tono es una sílaba que llama a la gente a coquear, comer casave, o sencillamente a saludar.


La noche previa a las fiestas los hombres comienzan a tocarlo sin parar hasta el día siguiente cuando llegan los primeros invitados.

Don Manuel con ambil para acompañar el mambe.

Brillo Nuevo, caserío bora ubicado en la cabecera del río Yaguasyacu.

En la maloca a las horas de la madrugada esta mujer bora raya montañas de yuca dulce con la que preparará la cahuana que van a beber los invitados al día siguiente en la fiesta.

Fiesta de Apújco

(Celebración que se realiza espontáneamente porque se quiere festejar algo.)

domingo, 14 de septiembre de 2008

En la madrugada, el día que parte Luis de regreso hacia Leticia. (Estoy muy triste, mis párpados permanecen hinchados durante días.) Por fortuna, sólo esta foto es testimonio la despedida.

!Noemi! Mi hermana de siete años es un angel. Llena de luz y amor todos los rincones. Cuando cierro los ojos y pienso en ella sonrío.

En la maloca de Don Manuel Miveco, curaca Bora del clan Aguaje. Don Jose Panduro, su yerno prepara coca para el mambe.

El animal de monte más suculento, el majas, un roedor de buen tamaño cuya cabeza se ahuma para los tiempos de carestía cuando se le prepara en un caldo de yuca.

Don Manuel Miveco, mientras coquea junto a la sal de monte. Escuchar de su boca los mitos e historia bora ha sido de los momentos más memorables del viaje.

Tipiti. Fibra de corteza de topa tejida que se usa luego de tres días, cuando el afrecho está fermentado. Tras exprimir la masa en el tipiti, ésta queda bien seca y lista para cernir.

Mi amiga Berna junto a Eloida mientras espolvorean el afrecho de la yuca mezclado con almidón.


Olla de barro mezclado con ceniza de árbol especial para resistir las altas temperaturas que necesita el casave, una especie de pizza-pan que se encuentra en todas las comidas de la etnia bora-huitoto.


Indígena ocaina mientras prepara su casave. Donña Yolanda los hace de ambas clases: el casave bora, a base de afrecho y almidón de yuca, y el ocaina, a base de yuca podrida.



Ribera del caserío Brillo Nuevo donde atracan canoas y botes. En las tardes, sus habitantes se bañan también en las aguas su río.

San Juan, distrito de Iquitos. Sus barrios reciben en oleadas las migraciones de la gente de las riberas.



Todo viaje en la selva se realiza en barco. Los ríos son las carreteras principales. Aquí la lancha comercial Jorge Raúl que viaja semanalmente de Islandia a Iquitos y viceversa en su recorrido por el Bajo Amazonas. Se detuvo en el distrito de Pevas donde la abordamos.

La comunidad bora de Brillo Nuevo en la cabecera del río Yaguasyacu es una de las más ordenadas y limpias que he conocido. Aquí una palmera de aguaje ("cananguche" en Colombia).


Durante las noches los animales de monte se acercan a un abrevadero de agua salada llamado en el Perú "colpa" desde donde los acechan los cazadores con sus fusiles. Esta colpa está en el barrio indígena del distrito de Pevas. Aquí ya no vienen los tapires ni los roedores gigantes, !Por supuesto!